Un hammam de verdad. Una delicia, ese ambiente de comadreo, el vapor, el agua caliente y fría, un masaje con guante de fibra vegetal que literalmente te arranca pelotillas de la piel. En teoría debería valer unos 4 DT, pero a los turistas siempre les cobran más. Dáte por satisfecho si se queda en 7 o 10 DT. Recuerda llevar champú, toalla y si quieres chanclas y algún objeto para recoger agua (un pequeño cubo de playa, una lata vacía de conserva, un bote de plástico).
El té con menta o piñones, fantástico el de Hammamet en el Café Sidi Bou Hdid.
El baklava en los zocos y mercados.
El amanecer: adaptate a los horarios locales, levántate a las 6 de la mañana, aprovecharás más el día, pasarás menos calor y disfrutarás de paisajes preciosos y menos masificados.
Ve a tu aire a todas partes, pero acóplate cada vez que puedas a las explicaciones de los guías de las excursiones organizadas.
El brik, un plato hecho con pasa brisa y huevo.
El anfiteatro de el Jem, enorme y te dejan patearlo enterito a tus anchas, no como en el de Roma...
Hammamet: las playas y la Medina más bonitas que ví.
Las Termas de Antonino y las villas romanas en Cartago.
Comprar ramitos y collares de jazmín al atardecer (cuestan 1 DT para turistas, 0,20 para locales)
Escrito por Clarawiek
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